La Talla
A pesar de todo lo dicho en la entrada anterior, no hay que olvidar que la belleza de una gema reside fundamentalmente en los ojos de quien la mira, y ahora vamos a hablar sobre las distintas formas en que las gemas pueden ser talladas, pues es lo mismo, a algunos nos gustarán más cierto tipo de tallas y a otros, otras.
Vamos a refrescarnos la memoria y ver las distintas partes de una piedra tallada.
( en una próxima publicación les voy a dar un material mas complejo y completísimo sobre las tallas y sus cálculos)
El objeto de la talla es que a partir de un cristal natural en bruto, se consiga una gema que luzca lo más bella posible.
La belleza de una gema de color depende en gran parte del color que la luz es capaz de generar cuando pasa a través de ella, y para ello la luz debe realizar un recorrido ideal: tiene que entrar por la parte superior -la corona-, llegar hasta la culata, reflejarse hasta la pared de enfrente, volver a reflejarse para terminar saliendo de nuevo por la corona.
Creo que la foto de abajo lo explica mucho mejor.
La fotografía superior muestra de manera muy clara un haz de luz realizando un recorrido ideal a través de una gema.
Las proporciones y ángulos de esta talla son correctos.
Arriba, debido a una culata con poca profundidad, la luz se escapa por debajo directamente, creando ventanas, o sea se ve claramente lo que hay debajo, como en esa piedra azul.
Arriba, debido a una culata demasiado profunda, el haz de luz llega a reflejarse a una lado de la culata, pero se escapa por enfrente, dando lugar a extinciones, que son como una especie de manchas oscuras provocadas por la pérdida de la luz por esas zonas.
Eso es lo que le ocurre a la piedra azul.
Cada especie de gema necesitará distintos ángulos de talla -culatas más o menos profundas- para que la luz realice ese recorrido ideal.
Por citar algún ejemplo, una amatista necesitará mas culata que un peridoto, y éste más culata que un zafiro.
Hasta ahora hemos hablado de la talla y sus ángulos, como viendo la piedra de perfil, igual que en las fotos donde se observa el recorrido del haz de luz.
Vamos con algunas de las formas en que las gemas son talladas.
OVAL
Es una talla muy común en todo tipo de gemas de color, pues suele permitir un buen aprovechamiento de material en bruto.
Siempre y cuando reúna los ángulos de talla correctos será una talla perfecta.
Por su contorno suave y curvado -no presenta esquinas puntiagudas- se adapta a casi todo tipo de engastes.
COJÍN (CUSHION)
Este tipo de talla se caracteriza por un contorno tirando a cuadrado o rectangular, pero con esquinas redondeadas y lados ligeramente curvados, atonelados.
COJÍN (CUSHION)
Este tipo de talla se caracteriza por un contorno tirando a cuadrado o rectangular, pero con esquinas redondeadas y lados ligeramente curvados, atonelados.
Debido a ese contorno suave, sin esquinas vivas, tampoco suele presentar mayores problemas en su engastado.
La talla cojín, junto con la oval, son las más comunes en piedras de color naturales.
REDONDA
La talla redonda no suele ser muy común en piedras de color. En gemas de cierto valor, como puedan ser un buen rubí o un buen zafiro, un ejemplar tallado en redondo se puede valorar entre un 10 y un 20% que uno de igual peso y calidad pero tallado en oval; cosas del mercado.
REDONDA
La talla redonda no suele ser muy común en piedras de color. En gemas de cierto valor, como puedan ser un buen rubí o un buen zafiro, un ejemplar tallado en redondo se puede valorar entre un 10 y un 20% que uno de igual peso y calidad pero tallado en oval; cosas del mercado.
ESMERALDA
La típica talla de la esmeralda.
Otras gemas también son talladas de esta forma, y en gemas de gran valor, aparte de la esmerada, este tipo de talla también puede significar un mayor precio, entre un 10 y un 20% sobre una piedra oval de igual calidad.
Se dice que esta talla se desarrolló para facilitar el engastado de la esmeralda, pues la esmeralda, debido a su fragilidad, si fuese tallada con esquinas muy vivas, daría muchos, pero que muchos problemas al engastador.
CORAZÓN
A la hora de adquirir una piedra tallada así, debemos fijarnos en la hendidura superior donde se unen los dos hombros, pues el acabado de la talla en esa parte suele dejar mucho que desear.
El engastado de este tipo de talla no suele presentar mayores problemas, salvo por la punta inferior, a la que hay que prestar mucha atención, y sobre la cual no hay que ejercer prácticamente fuerza alguna.
BAGUETTE
Talla de contorno rectangular alargado.
Esas esquinas vivas en ángulo recto siempre imponen algo de respeto a los engastadores, pero con cuidado y habilidad, casi todo se puede engastar sobre o en una joya.
Si queremos lucir una gema con esta talla en un anillo, sería muy recomendable que el tipo de engaste elegido protegiera las esquinas vivas de los impactos o abrasiones que anillos pueden sufrir.
En caravanas y colgantes, la protección de la gema no pesa a la hora del diseño de la joya y de la elección del tipo de engaste ya que no tienen prácticamente riesgo de golpearse contra otros objetos a la hora de ser usados ( se supone).
CUADRADA
Todo lo que hemos comentado sobre la talla baguette se aplicaría a esta otra talla.
TRILLION
La talla trillion es como una talla triangular pero con los lados ligeramente abombados. Como toda talla que posee esquinas en punta, se tiene especial cuidado en su engaste.
CABUJÓN
Las tallas en cabujón se suelen usar para piedras que no posen gran transparencia, que son más bien translúcidas o incluso opacas, ya sea esto por su propia naturaleza o porque tienen muchas inclusiones e imperfecciones en su interior.
Pero hay algunas gemas que por poseer ciertas características internas, si son talladas en cabujón la luz puede jugar con ellas creando bonitos efectos ópticos, como esas línes que forman como una estrella.
PERA
Este tipo de talla, junto con la oval, corazón y marquise -que veremos en un momento- se las considera derivadas de la talla redonda o brillante: una misma manera de combinar las facetas que conforman la parte superior o corona de la gema, pero adaptándolas a los diferentes contornos.
Otra talla con un vértice vivo, por lo tanto, a la hora de engastarla, se evita ejercer cualquier tipo de presión sobre la punta.
MARQUISE
La talla en marquise, junto con la perilla, suelen ser algo menos apreciadas que el resto de tallas, lo que implicaría un precio algo más bajo que piedras de igual peso y calidad talladas en oval, por ejemplo.
Se dice que la talla en marquise y perilla permiten un mejor aprovechamiento del material en bruto, de ahí esa “devaluación”.
OTRAS TALLAS
Hasta ahora he hablado un poco sobre las tallas más comunes en el mercado, pero las hay de casi todos los tipos, formas y contornos imaginables por el tallador/diseñador.
El Peso
Es la característica más fácilmente medible, y no suele dar pie a discusiones a la hora de comprar o vender piedras. La unidad de medida para el peso de las gemas es el quilate, que equivale a o,2 gramos, o lo que es lo mismo, en un gramo entran 5 quilates, el concepto de quilate usado en gemología no tiene nada que ver con el usado para expresar la pureza de las aleaciones de oro en joyería, es un tema que ya hablamos en el blog anteriormente.
Sabiendo el peso en quilates de una gema, si queremos averiguar su equivalente en gramos, solo tenemos que dividir el peso en quilates entre 5. Así, una gema que pese 1,5 quilates pesará 0,3 gramos; una que pese 2 quilates, pesará 0,4 gramos; 0,5 quilates, 0,1 gramos; 5 quilates, 1 gramo.
El precio de una gema es determinado por las características intrínsecas de buen color, pureza y buena talla de esta.
Y ese precio o valor se traducirá en una determinada cantidad de dinero por cada quilate que pese esa gema, aunque también influyen factores como oferta, demanda, rareza, etc. que por supuesto influyen y mucho en el precio.
Pero hay que decir que el tamaño o peso de una piedra también influye en el precio por quilate para una determinada calidad de gema.
Por ejemplo, si una tanzanita de 1 quilate cuesta, digamos, 500 u$s, otra tanzanita de igual calidad pero que pese 2 quilates no cuesta justo el doble, sino que se puede ir perfectamente a los 1200 u$s.
Esto es porque piedras de calidad gema, si ya de por sí son más bien escasas en la Naturaleza, cuanto más grandes más escasas aún.
Teniendo en cuenta el desperdicio causado en la talla de una gema, cristales en bruto de tanzanita de los que se pueda obtener de cada uno una tanzanita de 1 quilate (una vez tallada) habrá un determinado número.
Teniendo en cuenta el desperdicio causado en la talla de una gema, cristales en bruto de tanzanita de los que se pueda obtener de cada uno una tanzanita de 1 quilate (una vez tallada) habrá un determinado número.
Pero cristales en bruto de los que de, cada uno se pueda obtener finalmente una tanzanita de 2 quilates, habrá muchísimos menos.
Y para conseguir tanzanitas de 3 quilates, muchísimos menos aún.
Y así sucesivamente. De ahí que el precio por quilate de gemas grandes sea más elevado que el precio por quilate de gemas más pequeñas, y viceversa.
También puede haber importantes variaciones de precio entre gemas que pesan casi lo mismo, pero que sus diferencias de peso están a un lado y otro de determinadas medidas de peso.
También puede haber importantes variaciones de precio entre gemas que pesan casi lo mismo, pero que sus diferencias de peso están a un lado y otro de determinadas medidas de peso.
Vamos con ejemplos.
Un zafiro que pese 0,99 quilates costará menos que uno que pese 1’05 quilates.
Su diferencia de tamaño es imperceptible, pero se mueven en esa barrera “psicológica” de 1 quilate: el primero pesa un poquito menos de un quilate, y por eso se valora menos que uno que pese justo 1 quilate o un poquito más.
Similares “saltos psicológicos” de precio los encontramos en la barrera de los 2, 5, 10, 20, 50 y 100 quilates. Cosas del mercado.
Espero que os haya sido de utilidad. Me gustaría oír vuestros comentarios para saber si técnicamente estoy bien o puedo complicar mas las materias publicadas.
Gracias
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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