LA PERLA
No se puede hablar de perlas sin mencionar al gran creador de la perla de cultivo en Japón, un visionario.
Nacido el 25 de enero de 1858, a finales del período Edo en Toba un pueblo situado en la península de Shima, Japón, Kokichi Mikimoto era el hijo mayor del dueño de una tienda de tallarines, un negocio familiar que trascendía generaciones.
La familia crecía, y el padre de Mikimoto tuvo que trabajar muy duro para alimentar a sus hijos, vendiendo carbón y verduras además de tallarines en su tienda.
Cuando Mikimoto tenía solo 11 años, su padre enfermó, lo que llevó al joven a una adultez temprana y le obligó a buscar fortuna en un mundo cambiante y en plena modernización.
Con la llegada del Comodoro Perry a principios de 1850, las puertas del mercado internacional comenzaron a abrirse para dar paso a una era de cambio social. Mikimoto, una persona de gran inteligencia y adelantada a su tiempo, nunca ocultó su deseo de interactuar con otras culturas y explorar nuevas oportunidades más allá de sus circunstancias familiares.
Con la llegada del Comodoro Perry a principios de 1850, las puertas del mercado internacional comenzaron a abrirse para dar paso a una era de cambio social. Mikimoto, una persona de gran inteligencia y adelantada a su tiempo, nunca ocultó su deseo de interactuar con otras culturas y explorar nuevas oportunidades más allá de sus circunstancias familiares.
En 1878, Mikimoto ayudó a organizar y actuó como juez en una exhibición de perlas en Japón.
Allí se percató de la gran cantidad de perlas defectuosas o sin desarrollar que se vendían.
Su perfeccionismo le llevó a indignarse frente a la avaricia de aquella industria y la venta de perlas de tan baja calidad, y su reputación llegó finalmente hasta la Corte Imperial de Japón.
Mikimoto descubrió que las ostras Akoya producían las mejores perlas.
Investigó métodos como el de introducir partículas en la carne de la ostra para estimular secreciones de "nácar" que se sobreponían en cientos de miles de capas para crear una perla luminosa.
Superó muchos experimentos fallidos y retos de la naturaleza, desde pulpos que comían ostras hasta catastróficas bacterias tóxicas que amenazaban la supervivencia de sus camas de ostras.
La primera boutique de perlas de Mikimoto abrió en 1899 en Ginza, una zona comercial muy moderna de Tokio.
Sus excepcionales gemas crearon una gran demanda y más tiendas Mikimoto abrieron en Londres, París y otras grandes ciudades.
La pasión de Mikimoto por las perlas y su constante dedicación a ellas dieron paso a muchos avances y ayudaron a su nación a prosperar globalmente.
Como inventor, exhibía sus productos con tal entusiasmo y de una forma tan especial que la reputación de las perlas cultivadas de Mikimoto se extendió por todo el mundo.
En 1910, un abanico y un biombo tradicionales Japoneses adornados con perlas cultivadas Mikimoto fueron el centro de atención de la Feria Anglo-Japonesa de Londres.
En 1910, un abanico y un biombo tradicionales Japoneses adornados con perlas cultivadas Mikimoto fueron el centro de atención de la Feria Anglo-Japonesa de Londres.
En la Feria Mundial de 1926, la Pagoda Mikimoto deslumbró al público con un escenario de platino en el que colocó más de 12.000 perlas.
En la Feria Mundial de Nueva York de 1939, un modelo de perlas de la Campana de la Libertad dejó boquiabiertos a los visitantes.
Resumen Histórico
1893
La primera perla cultivada semiesférica del mundo
Después de muchos años de trabajo, Kokichi Mikimoto cultiva la primer perla semiesférica del mundo.
1899
La primera tienda de perlas Mikimoto abre en Ginza, una zona comercial muy elegante de Tokio en la que se encuentran las últimas tendencias de moda del Este.
1905
La primera perla cultivada esférica del mundo
Continuando con sus investigaciones, Kokichi Mikimoto consigue crear una perla totalmente esférica.
Poco después, conoce al Emperador Meiji en el Templo de Ise y confiesa:
“Me gustaría adornar los cuellos de todas las mujeres del mundo con perlas”.
1907
Fascinado por los diseños contemporáneos y las técnicas de la joyería Europea, Kokichi Mikimoto establece su propia fábrica para crear el particular estilo Mikimoto. La primera empresa de producción de joyas a gran escala de Japón, transforma el mundo de la moda de las perlas cultivadas.
Se establece el criadero de perlas negras de los Mares del Sur
Superando los retos que suponían las aguas profundas y las cálidas temperaturas, Mikimoto por fin consiguió cultivar su primera perla de los Mares del Sur en sus camas de ostras de la Isla Ishugaki en 1931.
La deslumbrante gema es una perla negra de los Mares del Sur de 10 milímetros.
1926
La pagoda de cinco pisos, inspirada en el Templo de Horyuji y cubierta de perlas cultivadas Mikimoto es la sensación de la Feria Mundial de Filadelfia.
Ahora se encuentra expuesta en el Museo de la Perla, en la Isla de la Perla de Mikimoto.
1927
Kokichi Mikimoto visita al inventor Thomas Edison en su casa de Nueva York.
Edison, le comenta: “Existen dos cosas que no se pueden crear en mi laboratorio: diamantes y perlas”.
1930
Invitado al Palacio Imperial es considerado por el Emperador como uno de los 10 mejores inventores de Japón, Kokichi Mikimoto es invitado a cenar al Palacio Imperial, junto con otros inventores.
Invitado al Palacio Imperial es considerado por el Emperador como uno de los 10 mejores inventores de Japón, Kokichi Mikimoto es invitado a cenar al Palacio Imperial, junto con otros inventores.
1932
Cremación de perlas de mala calidad
Demostrando su compromiso ético y artístico con la calidad, Kokichi Mikimoto quema perlas de calidad inferior en un fuego frente a la Cámara de Comercio de Kobe frente a periodistas extranjeros.
1933
Modelo de la residencia de George Washington en la Feria Mundial
Mikimoto exhibe un modelo del Monte Vernon en la Feria Mundial de Chicago.
Creada con 24.328 perlas, esta valiosa creación se dona al Instituto Smithsoniano en Washington D.C. donde permanece aún a día de hoy.
1937
Wheels of Arrows" en la Expo de París
La Yaguruma, un broche de cabello con posiciones intercambiables en 12 formas diferentes, atrae a las masas en la Expo de París.
Su diseño único es toda una revelación en lo que respecta a las joyas multifuncionales.
Se vende en París y desaparece del ojo público, hasta que reaparece en 1989 en una subasta de Nueva York.
La Isla de Perlas Mikimoto la compra, y permanece allí hasta el día de hoy.
1939
Mikimoto recrea una réplica de la Campana de la Libertad de Filadelfia para la Feria Mundial de Nueva York de 1939. Con 12.250 perlas y 366 diamantes incrustados, se le da el nombre de “la campana del millón de dólares”. Ahora se encuentra expuesta en el Museo de la Perla de Mikimoto.
1954
Queriendo obsequiar a su nueva mujer con un regalo a la altura de su belleza, Joe DiMaggio le regala a Marilyn Monroe un collar de 16 pulgadas de perlas Akoya cultivadas durante su luna de miel en Japón. Mostrada aquí en su original caja ovalada, es una de las pocas piezas de joyería “reales” que poseía y adoraba.
1957
El Festival National Cherry Blossom de Washington, D.C. es un evento anual que celebra la amistad entre Japón y América que se remonta a 1912. Mikimoto crea la corona del festival en 1956 y la dona al comité del festival para la coronación anual de la Reina del Cherry Blossom
1969
Mikimoto gana el premio DeBeers Diamonds International Awards
Los Diamond International Awards (Premios Internacionales de los Diamantes) son los galardones más prestigiosos de la industria para el diseño de joyas.
El broche “Prelude to Space” gana el premio, el primero para Mikimoto.
Abre el local de la Quinta Avenida de Nueva York
A pesar de que el Mikimoto Pearl Salon había abierto en el centro comercial Takashimaya de Nueva York en 1959, este fue el primer establecimiento independiente de Manhattan, situado en la elegante Quinta Avenida.
En 1995 el establecimiento pasa a su actual dirección en la Quinta Avenida.
1986
Mikimoto abre sus puertas en Place Vendôme de París, conocido en todo el mundo como punto de encuentro de la joyería más exquisita.
1995
Mikimoto abre sus puertas en New Bond Street, Londres. Cerca de Buckingham Palace, este elegante lugar de paso da cabida a los mejores joyeros de todo el mundo.
2001
Con la rosa Princesse de Monaco, llamada así en honor a la Princesa Grace, como su motivo, Mikimoto lanza una colección de edición limitada para representar la belleza más elegante y refinada.
Una porción de los beneficios obtenidos se dona a la Fundación Princess Grace- USA, para ayudar a jóvenes artistas con sus carreras.
2002
Debuta la colección Pearls in Motion; un diseño versátil, dinámico y funcional hecho con las perlas cultivadas de Mikimoto que complementa cualquier estado de ánimo.
El mecanismo patentado permite que cada perla pueda posicionarse de forma diferente a lo largo de la cadena de oro de 18 quilates, creando así una infinidad de estilos diferentes con la misma única joya.
2002
Coronas para Miss Universo, Miss América y Miss América Teen
El diseño elaborado de las coronas Mikimoto, hecho con perlas blancas cultivadas de los Mares del Sur y Akoya y diamantes, representa el antiguo símbolo del fénix que resurge para reflejar el estatus, el poder y la visión de la gran belleza.
2005
Mikimoto abre su segundo local en Ginza
El nuevo establecimiento, diseñado por el famoso arquitecto Toyoo Ito, se ha convertido en poco tiempo en todo un punto de referencia.
Inspirado por el misterio de un joyero e imaginando burbujas alrededor de las perlas y pétalos flotantes, Ito reprodujo su visión en un trabajo que todos aquellos que visiten Ginza deben experimentar.
2006
Pasadena Tournament of Roses
Mikimoto se une orgullosamente a la historia y tradición del Pasadena Tournament of Roses diseñando la Corona Rose Queen y las Tiaras de la Corte Real.
2007
Colección Yohji Yamamoto “Stormy Weather”
Mikimoto y el diseñador de moda Yohji Yamamoto, un artista de la alta costura, unen sus fuerzas para crear una colección de edición limitada de joyería fina excepcional.
El procedimiento de cultivo de perlas consiste en introducir un cuerpo extraño en el molusco.
Fue inventado por Kokichi Mikimoto, fundador de la compañía, en 1893.
Este procedimiento, hoy muy extendido, fue un descubrimiento extraordinario en su época.
Composición de una perla
Técnicamente, las perlas están compuestas por anillos concéntricos, esencialmente de carbonato cálcico, que segrega la ostra para protegerse de un cuerpo extraño.
El molusco recubre el irritante objeto con miles de capas de una sustancia cristalina, llamada nácar, elaborando así una magnífica perla.
El cuerpo extraño puede ser cualquier objeto lo suficientemente pequeño como para introducirse dentro del bivalvo. Un grano de arena, una espina o un trocito de concha bastan para provocar que se inicie el proceso.
Hoy se suelen utilizar como núcleos de perlas cultivadas conchas de mejillones de origen americano, ensartadas.
Proceso
Las ostras se sacan del mar a los dos o tres años.
Hoy se suelen utilizar como núcleos de perlas cultivadas conchas de mejillones de origen americano, ensartadas.
Proceso
Las ostras se sacan del mar a los dos o tres años.
Un hábil técnico especializado introduce entonces, manualmente, un trocito de concha en el molusco perlífero.
A continuación, se vuelven a meter las ostras en el mar, dispuestas en cestos de bambú colgados de balsas flotantes.
Se suelen cambiar frecuentemente de lugar las balsas para proteger las ostras de predadores y temperaturas extremas.
Se suelen cambiar frecuentemente de lugar las balsas para proteger las ostras de predadores y temperaturas extremas.
Después de tres a seis años de un cuidadoso y atento cultivo se recogen las perlas, clasificándolas por tamaños y calidades.
Lo único que distingue una perla cultivada de una perla fina natural es el modo de introducción del núcleo.
La única técnica con la que se puede detectar la diferencia entre perlas cultivadas y perlas finas naturales es el uso de rayos X, que permiten identificar la naturaleza del núcleo.
La única técnica con la que se puede detectar la diferencia entre perlas cultivadas y perlas finas naturales es el uso de rayos X, que permiten identificar la naturaleza del núcleo.
La perla es mujer
Escasa y preciosa, la perla tenía fama de perfección. Nacida, según las mitologías, de la acción de un rayo, de una gota de rocío atrapada en una concha o de una lágrima de la Luna, es el emblema esencial de la femineidad creadora y huella terrestre de la actividad celestial.
Una antigua leyenda persa narra cómo explicaba su origen el Profeta: "Dios tiene servidores semejantes a la lluvia. Cuando ésta cae en tierra da origen al trigo y cuando cae al mar las perlas".
Para los chinos "son gotas de rocío milagrosamente caídas dentro de la ostra que aprisionan la luz del alba". Una luz que, para sus médicos, podía curar la ceguera si se frotaban los ojos enfermos con perlas vírgenes no perforadas.
En Europa se le atribuían virtudes curativas contra la demencia y la melancolía.
En India se la considera como el mejor remedio contra las enfermedades y hemorragias.
En la terapéutica india moderna se siguen utilizando perlas en polvo por sus propiedades vivificantes y afrodisíacas. El simbolismo sexual del molusco le transfiere todas las virtudes que se le atribuyen.
En la Antigüedad, los romanos consideraban que las perlas eran mensajeras de placer y felicidad.
Los antiguos griegos las convirtieron en emblema del amor y el matrimonio. En Oriente prevalecían sus propiedades afrodisíacas, tanto convirtiéndolas en precioso talismán como machacándolas para aplicarlas en polvo sobre las partes vitales del cuerpo.
La perla es vida. Desde el antiguo Egipto hasta Borneo, pasando por Laos, la perla acompaña al difunto, ayudándole en su travesía hacia el otro mundo o durante su hipotética resurrección.
En la Antigüedad, los romanos consideraban que las perlas eran mensajeras de placer y felicidad.
Los antiguos griegos las convirtieron en emblema del amor y el matrimonio. En Oriente prevalecían sus propiedades afrodisíacas, tanto convirtiéndolas en precioso talismán como machacándolas para aplicarlas en polvo sobre las partes vitales del cuerpo.
La perla es vida. Desde el antiguo Egipto hasta Borneo, pasando por Laos, la perla acompaña al difunto, ayudándole en su travesía hacia el otro mundo o durante su hipotética resurrección.
Los indios de América, al igual que Cleopatra, no podían concebir el regreso hacia su creador sin llevarse con ellos unas cuantas canastillas repletas de perlas, con las que recordarle la pureza de sus vidas.
Los laosianos de hoy en día siguen enterrando a sus muertos con cinturones, trajes y gorros decorados con perlas.
Muchos filósofos vieron en la búsqueda de la perla nada menos que la conquista de la sublime Esencia encerrada en cada uno de nosotros: "la perla de lo ideal".
La mujer actual, al igual que la de hace 2.000 años, sigue sintiéndose seducida e irresistiblemente atraída por el misterioso encanto de la perla.
Esta joya que encarna los ideales de belleza de las mujeres del mundo entero es un verdadero tesoro del mar. Una riqueza que Kokichi Mikimoto ha sabido recrear a fuerza de ingenio.
El misterio que envuelve la génesis de esta gema preciosa y benéfica por excelencia, símbolo de elegancia y pureza, ha dado origen a numerosas leyendas y costumbres en todos los continentes. Kokichi Mikimoto demostró, hace ya 100 años, que la mano del hombre podía sustituir a la naturaleza.
Los laosianos de hoy en día siguen enterrando a sus muertos con cinturones, trajes y gorros decorados con perlas.
Muchos filósofos vieron en la búsqueda de la perla nada menos que la conquista de la sublime Esencia encerrada en cada uno de nosotros: "la perla de lo ideal".
La mujer actual, al igual que la de hace 2.000 años, sigue sintiéndose seducida e irresistiblemente atraída por el misterioso encanto de la perla.
Esta joya que encarna los ideales de belleza de las mujeres del mundo entero es un verdadero tesoro del mar. Una riqueza que Kokichi Mikimoto ha sabido recrear a fuerza de ingenio.
El misterio que envuelve la génesis de esta gema preciosa y benéfica por excelencia, símbolo de elegancia y pureza, ha dado origen a numerosas leyendas y costumbres en todos los continentes. Kokichi Mikimoto demostró, hace ya 100 años, que la mano del hombre podía sustituir a la naturaleza.
Lejos de perder su atractivo, estas "lágrimas de princesa" conservan todo su misterio.
Y las leyendas engendradas a lo largo de los siglos siguen teniendo para las mujeres un encanto insensible al paso del tiempo.
El control de calidad de Mikimoto
Las perlas son como las huellas dactilares: cada una es única.
En 1974, Mikimoto estableció un estándar en la industria con el primer sistema de puntuación de los Estados Unidos para las perlas Akoya cultivadas. Basándose en la demanda del consumidor, Mikimoto adaptó el sistema para puntuar las perlas de los Mares del Sur cultivadas.
Estableciendo estándares
Mientras que los sistemas de imitación existen, Mikimoto establece literalmente el estándar para puntuar la calidad de las perlas cultivadas.
La escala de puntuación de las perlas Mikimoto ilustra el sistema con AAA representando la mejor de las calidades.
Aunque ningún único factor puede representar de forma única el valor de una perla, la luminosidad y la perfección de la superficie son lo más importante.
Los calificadores de Mikimoto pasan años convirtiéndose en expertos en valorar estas gemas del mar.
La pirámide de perlas
La pirámide de perlas representa la cantidad y la calidad de todas las perlas cultivadas en Japón. Sólo las mejores perlas cultivadas se consideran aptas para llevar el nombre de Mikimoto.
El tamaño de los collares
- Gargantilla (Choker), mide de 14 a 16 pulgadas ó 35 a 41 centímetros, descansa en la base del cuello.
- El largo Princesa (Princess) mide 17” a 19” ó 43 a 48cms. y cuelga ligeramente abajo de la clavícula.
- El Matiné (Matinee) es el que mide 20” a 24” ó 50 a 60 cms. de largo y cae justo arriba del pecho.
- Un largo Opera (Opera) mide 28” a 35” ó 70 a 90 cms., y este largo es suficiente como para llegar al esternón;
- Todavía más largo sería el conocido como Lazo de Perlas (Pearl rope) que mide mas de 45” ó 115 cms. de largo.
Crear perlas es un proceso fascinante que requiere mucho tiempo y una gran dedicación.
Las camas de ostras son un hábitat natural que debe nutrirse incluso antes de que la perla se haya concebido. El proceso de cultivo comienza con un núcleo.
En las perlas naturales, este es simplemente un fragmento de concha, espina de pez o arena que flota hasta la concha de la ostra de perla.
Para protegerse de este irritante la ostra segrega miles de capas de nácar, formando así una perla.
En 1893, después de muchos años de duros esfuerzos, Kokichi Mikimoto consiguió recrear este proceso natural mediante la implantación de un núcleo (centro). Mikimoto aún utiliza el método que desarrolló para formar perlas hermosas y luminosas.
El cuidado diario
Las perlas son gemas orgánicas que son vulnerables al ácido, alcalino y humedad extrema.
Para preservar el resplandor de sus perlas, evite su contacto con cosméticos, lacas o perfumes.
Póngase sus joyas como toque final después de utilizar maquillaje y productos para el cabello.
El brillo de las perlas también puede dañarse con la transpiración. Para prevenirlo, antes de guardar sus perlas en el joyero, límpielas cuidadosamente con un trapo suave.
El brillo de las perlas también puede dañarse con la transpiración. Para prevenirlo, antes de guardar sus perlas en el joyero, límpielas cuidadosamente con un trapo suave.
Cómo guardarlas
Las perlas son excepcionalmente cohesivas y resistentes a los golpes, pero pueden rallarse debido al contacto con objetos afilados u otras gemas.
Para prevenir que se enreden o se rallen, asegúrese de cerrar los collares y coloque cada joya por separado en un joyero con compartimentos.
Cuando transporte joyas, utilice una bolsa protectora para joyas.
Dejar sus joyas de perlas en una caja fuerte durante periodos largos puede hacer que las perlas se sequen, así que utilícelas a menudo. Hay un dicho que afirma que “las perlas quieren ser lucidas”.
Dejar sus joyas de perlas en una caja fuerte durante periodos largos puede hacer que las perlas se sequen, así que utilícelas a menudo. Hay un dicho que afirma que “las perlas quieren ser lucidas”.
Final
Hace más de un siglo, Kokichi Mikimoto consiguió crear la primera perla cultivada del mundo.
Su búsqueda de la perfección y su amor por estas puras y brillantes gemas del mar fueron la inspiración que le llevó a crear la casa Mikimoto.
Aun hoy, Mikimoto es la productora principal de perlas cultivadas de la mejor calidad y líder mundial en diseño de joyas excepcionales.
Fernando Gatto
Kaia joyas Uruguay
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