Lo bueno de la joyería es que está llena de gente enamorada de su profesión, con inquietudes artísticas y creatividad a flor de piel que, (además, tal y como están las cosas…), trata de reinventarse cada día y evolucionar.
Un ejemplo de este tipo de creadores es Tasmania, un estudio de Granollers que agrupa a dos joyeros y un diseñador gráfico que viven la joyería como un movimiento creativo que pretende ir más allá de las paredes de su taller y de ellos mismos.
Éste tipo de asociacionismo entre gente afín que pertenece a la misma profesión es enriquecedora porque ofrece distintos puntos de vista a la hora de trabajar en las piezas (también puede dar problemas, como todo) pero si además unes fuerzas a otros que no son joyeros y aportan su propio mundo compartiendo todos intereses y objetivos, ¡eso es genial!.
En Tasmania fabrican artesanalmente sus joyas exclusivas y amplian sus miras hacia la participación en todo tipo de eventos creativos, generadores de más y más valor.
Jordi, Ana y Pitu forman el tándem creativo de Tasmania, una tienda-taller situada en la calle Barcelona de Granollers.
En apariencia, Tasmania podría parecer una simple combinación de joyería con estudio de diseño gráfico incorporado, pero en realidad es mucho más que eso: es el escenario de un movimiento creativo.
Ese movimiento creativo se traduce en múltiples acciones vinculadas al mundo del arte y diseño.
En la tienda no encontrarás dos piezas iguales, cada una de ellas es fruto de un proceso que mezcla una buena dosis de creatividad, diseño y artesanía.
Además de diseños propios, tienen algunos de otros diseñadores que comparten su misma filosofía creativa.
Cada diseño que veas en Tasmania tiene la intrínseca voluntad de contener un valor simbólico e intangible. E
se valor va mas allá de la materialidad establecida por la joyería tradicional.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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