Los negocios familiares proliferan a la hora de hablar de oficios que van desde generación en generación.
Bajo esta brecha, la joyería fina encarna uno de los oficios más aplaudidos, especialmente cuando se trata de colaboraciones con grandes casas de moda, como las establecidas con los joyeros de Goossens.
Robert Goossens fundó la casa en 1950, la misma que hoy sigue moldeando su hijo Patrick.
El padre fue el que a través del contacto con Coco Chanel, comenzó un viaje ideando piezas para complementar las colecciones de la casa francesa, donde destacaban modelos que imitaban el estilo de las joyas de Egipto y del Imperio Bizantino.
Pero además, Goossens tiene a su haber joyas fabricadas para Balenciaga, Yves Saint Laurent y Sonia Rykiel, entre otros.
Como parte de un legado ampliamente reconocido en el lujo, Goossens aparece como una de las grandes marcas de accesorios finos a través del libro “Fashion Jewelry de Barbara Berger”, donde se recopilan varias piezas únicas en la colección de esta mujer.
Pero a partir del 2000, Goossens forma parte integral de Chanel, ya que la marca compró la compañía en 2005, asegurando el valor agregado a cada pieza de alta costura.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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