En 2002, el Museum of Fine Arts de Houston, adquirió la Colección de joyería contemporánea de Helen Williams Drutt.
Esta importante colección consta de 720 piezas de joyería que datan desde 1963 hasta la actualidad y es reconocida internacionalmente por su calidad y profundidad.
En esta colección se recogen obras de más de 175 artistas de 18 países (la base de la colección la constituyen los objetos estadounidenses, alemanes y holandeses pero también se muestran significativas obras de artistas austriacos, escandinavos, australianos, ingleses, japoneses y checos) con lo que ofrece una mirada global sobre la joyería contemporánea y su impacto como una forma de arte.
Así, pertenecen a la colección piezas, en su mayor parte únicas, de autores como Gijs Bakker, Manfred Bischoff, Claus Bury, Peter Chang, Georg Dobler, Stanley Lechtzin, Emmy Van Leersum, Bruce Metcalf, Olaf Skoogfors, Breon O´Casey, Wendy Ramshaw, y David Watkins.
También se recogen importantes trabajos de americanos como Albert Paley y William Harper y obras icónicas de Gary Griffin, Bruno Martinazzi, Falko Marx, Tone Vigeland y Max Frohlich.
El objetivo de la exposición es ampliar la comprensión de la joyería contemporánea desde un punto de vista múltiple, abordando una evaluación crítica de la historia, los distintos factores de influencia, y lo más importante, las joyas en sí.
La mayoría de los objetos pertenecientes a la Colección Drutt son obras únicas que redefinen el concepto de joyería.
La Colección Drutt cuenta con piezas que van más allá de la ornamentación, empleando materiales tradicionales y de vanguardia; muchas de las piezas sobrepasan los límites de las formas tradicionales.
Importantes museos de todas partes del mundo han expuesto la Colección Drutt; entre ellos, el Montreal Museum of Decorative Arts, el Philadelphia Museum of Art, la Honolulu Academy of Art, el Museum Bellerive y el Stedelijk Museum.
Obras seleccionadas se han exhibido en exposiciones y compilaciones por todo el mundo en las tres últimas décadas.
La exposición alienta la apreciación de la joyería contemporánea más allá de sus fronteras tradicionales sin olvidar sus raíces.
La colección se inicia en la década de 1960, cuando se produjo un cambio espectacular en la forma en que las joyas y adornos se percibían.
Rompiendo con la tradición, los artistas colocan sus obras en grandes movimientos artísticos, señalando un período de independencia en el que los conceptos y las ideas se valoran más que los materiales preciosos.
En Europa, artistas como Claus Bury, Gijs Bakker, Gerd Rothmann, y Emmy van Leersum van incorporado materiales alternativos en su dinámica, a menudo escultórica.
La influencia de estos artistas de vanguardia, con sede en Alemania y los Países Bajos, pronto se dejó sentir en la joyería de artistas en Europa y América en particular.
A partir de éste primer momento, se produjo un importante desadesarrollo artístico a través de líneas geográficas resultando en un uso generalizado de materiales plásticos, fibras y otros materiales durante el decenio de 1980.
El creciente sentimiento de comunidad en la década de 1970 es capturado por el examen de la importancia de los programas universitarios, exposiciones de objetos, revistas, y la creación de galerías, como Electrum en Londres, Galerie am Graben en Viena, Galería Ra en Amsterdam y Helen Drutt : Filadelfia.
La colección continúa en los años 1980 y 1990 mostrando la creciente madurez de las joyas de América, así como el desarrollo de la segunda generación de artistas en el extranjero.
Toda esta evolución, el carácter vanguardista de las obras, el uso, a veces polémico,de la escala y la forma por los artistas, así como la dependencia de concepto y las ideas que se exploran son los temas que interesaban a Helen Williams Drut y que están presentes en su colección.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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