En budismo tibetano se piensa que recitando el mantra de Chenrezig, Om Mani Padme Hum, ya sea a viva voz o mentalmente se invoca la poderosa y benevolente atención de Chenrezig, la expresión de la compasión de Buda.
Se dice que ver el mantra escrito tiene el mismo efecto, por lo que puede encontrarse en lugares donde sea bien visible, incluso grabado en piedras.
Lo mismo ocurre haciendo girar la forma escrita del mantra en una rueda de oración, así que existen muchos de estos cilindros con "om mani padme hum" escrito muchísimas veces en su interior.
Según los maestros del budismo tibetano, todo el conjunto de las enseñanzas del Buda está contenido en el mantra Om Mani Padme Hum.
Cada sílaba de Om Mani Padme Hung nos permite cerrar la puerta a renacimientos en alguno de los seis ámbitos que componen la existencia cíclica:
OM: Cierra la puerta de los renacimientos desde el mundo de los devas.
MA: Cierra la puerta de los asuras.
NI: Cierra la puerta de los humanos.
PAD: Cierra la puerta de los animales.
ME: Cierra la puerta de los espíritus hambrientos (pretas).
HUNG: Cierra la puerta del infierno.
Cada sílaba purifica de una forma:
OM: Purifica el velo del cuerpo.
MA: Purifica el velo del habla.
NI: Purifica el velo de la mente.
PAD: Purifica el velo de las emociones conflictivas.
ME: Purifica el velo del condicionamiento latente.
HUNG: Purifica el velo que cubre el conocimiento.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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