Los sepulcros de la Edad de Piedra que datan de 8.000 a. C. han producido amuletos con patrones en espiral, cuentas y colgantes tallados en ámbar.
Uno de los primeros materiales utilizados para la ornamentación, la colocación de ámbar con los muertos en formaciones rituales indica que los pueblos prehistóricos reverenciaron esta piedra preciosa.
Sin embargo, el término fósil es más apropiado que el de piedra.
Este material, en realidad es resina endurecida de árboles antiguos, a menudo contiene trozos de plantas, animales pequeños o insectos.
Estas inclusiones de restos conservados, junto con la sensación cálida de ámbar, pueden haber estimulado los comienzos del simbolismo ámbar.
Culturas de todo el mundo han asociado el ámbar con los espíritus del mundo natural y el Sol.
Muchas culturas antiguas intercambiaban el ámbar, piezas especialmente preciadas de la zona del Mar Báltico.
Los arqueólogos han encontrado ámbar del báltico tan lejos como Egipto y en las célebres tumbas de Micenas en Grecia.
El historiador griego Nicias creyó que el ámbar eran gotitas de sudor congeladas formadas en la Tierra cuando el Sol se escondía bajo las olas.
Otros escritores antiguos describieron estas gotas de savia fosilizada como las lágrimas de dioses o héroes en varias misiones.
El simbolismo del ámbar también abarca el mundo animal.
Los vikingos tallaron piezas de ámbar en formas de animales que se cree que contienen las fuerzas de los animales.
En la antigua Grecia y la época romana, las mujeres llevaban peces, ranas y figuras de conejos para asegurar la fertilidad.
Los primeros chinos creían que las almas de los tigres se convertían en ámbar después de su muerte.
Ya que el ámbar frecuentemente tiene como inclusiones lo que una vez fueron seres vivos, los adoradores clásicos de la Diosa Madre creían que el ámbar poseía la esencia de la vida misma.
No es de extrañar que los magos llevaran a menudo collares de ámbar, que se creía cargados de poderosas energías.
La posesión o el don de tal collar indicaba gran poder y estima.
En La Odisea, los pretendientes de Penélope esperan impresionarla con regalos. Envían a sus sirvientes a traer magníficos regalos para superarse unos a otros.
De uno de los regalos, Homero escribe:
"Recibió un collar de oro, ricamente forjado, con cuentas de ámbar, que brillaban como si
tuvieran el sol en ellas."
Otra calidad, la electricidad, puede haber reforzado la conexión entre el simbolismo mágico y el ámbar.
Si se frota el ámbar contra la lana o la seda se carga eléctricamente.
De hecho, la palabra griega para ámbar, elektron, nos ha dado las palabras electrón y electricidad.
En la cosmología china, hay cinco elementos. El quinto elemento es el metal, un gran conductor de electricidad.
El quinto elemento de las creencias Akashic se piensa que residen en el ámbar, que puede contener una carga eléctrica.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
No hay comentarios.:
Publicar un comentario