Hoy hablaremos sobre la Joyería Norteamericana, pero todas tienen el mismo propósito: adornar y embellecer el cuerpo de quien utiliza las joyas.
Las joyas marcan un estatus. Imponen habilidad, representan fuerza y riqueza.
Hasta el día de hoy la joyería nativa de Norteamérica sigue siendo un importante medio de identidad tribal e individual.
La joyería norteamericana nativa normalmente refleja la diversidad cultural y la historia de sus creadores, pero los grupos tribales han usado diseños y métodos a menudo copiados de otras tribus o naciones con las que tenían comercio de vecinos, y esta práctica continúa hasta la actualidad.
Materiales
Puede estar hecha de materiales naturales tales como diversos metales, maderas, fibras vegetales, o piedras preciosas y semi preciosas, materiales de origen animal, como dientes, huesos y piel, o materiales artificiales como abalorios y bordados.
Herreros, forjadores, talladores y lapidarios combinan todos estos materiales para crear joyas.
También se llegaron a descubrir en ruinas antiguas restos de conchas marinas que se utilizaron para hacer collares, al igual que ostras como la madreperla, abalón, caracolas y almejas, fueron materiales importantes en el suroeste hace miles de años.
Los paleo-indios del suroeste de Estados Unidos perforaron piedras multicolores con formas y conchas que usaron en colgantes.
En Nevada, fueron encontradas conchas de olivella biplicata y perlas, que datan desde el año 6.000 a.C.
Huesos y astas también fueron encontrados, y posiblemente también cuentas de concha marina, en la cueva de Russell en Alabama que datan desde el año 7.000 a.C .
La joyería de cobre comienza desde el año 3.000 a.C. y muchas piedras fueron talladas en “Poverty Point”, Louisiana, en el año 1.500 a.C.
Miles de piezas fueron encontradas en las antiguas civilizaciones y estos pueblos ancestrales negociaban la turquesa con los mesoamericanos.
Algunas de las piedras preciosas encontradas en el sur de Arizona se remontan a 200 años antes de Cristo.
También han sido encontrados collares de heishe, que son pequeños discos o cuentas tubulares hechos de concha de perlas.
Los nativos de Norteamérica fueron amantes de llevar grandes pulseras y gargantillas de plata, a veces combinada con cuero y piedras, llamados ketohs, cuya forma alta y alargada viene del hecho que antes las llevaban los arqueros y estaban elaboradas en cuero. Este tipo de joyas es de los más antiguos adornos de la tribu de los Navajo.
La plata fue introducida por los españoles y las poblaciones Navajo y Zuni, y muchas de las decoraciones de estas joyas hacen referencia a elementos traídos desde el Viejo Continente en el siglo XVI, por ejemplo: hebillas, broches y anillos.
Los abalorios continuaron su camino hacia la época precolombina.
Las pequeñas esferas de estas piezas fueron hechas a mano de turquesa, coral, y conchas. La madera tallada, los huesos de animales, garras y dientes se convirtieron en piezas de gran valor para esta civilización y en ornamentos característicos.
Estos eran cosidos a la ropa o introducidas en collares.
Muchas de estas piezas son provenientes de los Pueblos Ancestrales en sitios como en el Cañón del Chaco, situado en la cuenca de San Juan, sobre la extensa meseta del Colorado.
Sin duda, la piedra turquesa fue adorada y considerada como la piedra más valiosa para esta civilización.
Hoy, podemos ver reflejados en la actualidad la joyería nativa norteamericana fusionada con nuevas técnicas sin perder la esencia de sus creadores.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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