En Rumanía, uno de los países más grandes de Europa y el 83° del mundo, un grupo de arqueólogos informó el hallazgo de una tumba perteneciente a una mujer de clase alta de la cultura de Tiszapolgár con un ajuar funerario compuesto por anillos de oro, brazaletes de cobre y numerosos rosarios.
Se trata de 169 anillos de oro pertenecientes a una mujer que vivió en la Edad del Cobre y que, según los arqueólogos, debió de ser extremadamente rica.
Los anillos habrían decorado el cabello de la fallecida, enterrada con otros objetos, como un brazalete de cobre en espiral y unas 800 cuentas de nácar.
De acuerdo con los arqueólogos, las excavaciones que se llevaron a cabo entre marzo y junio de este año en la construcción de la carretera de conexión entre la ciudad de Oradea y la autopista A3, al noroeste del país, permitieron dar con un tesoro de oro cuyo hallazgo es sensacional para la época, considerando que todas las piezas de oro de la cuenca de los Cárpatos suman alrededor de 150 piezas.
Bueno, aquí hay más de 160 en un solo inventario, compartió Călin Ghemis, del Museo Ţării Crişurilor.
Los investigadores identificaron los restos como pertenecientes a una mujer por el tamaño del esqueleto y por la ausencia de armas en el enterramiento.
Creen que pudo haber sido miembro de la cultura Tiszapolgár que habitó Europa central y oriental desde alrededor del 4500 al 4000 a. C.
Con numerosos yacimientos en Crișana, Transilvania, la parte oriental de Eslovaquia y el Oblast ucraniano de Zakarpattia, las informaciones sobre la cultura de Tiszapolgár son escasas, por lo que su modo de vida de la cultura neolítica de Tiszapolgár se conoce principalmente gracias a las tumbas dispersas a través del centro de Europa, compartió el arqueólogo.
Las muestras han sido enviadas a laboratorios en Rumanía y Países Bajos para obtener dataciones más precisas a través del análisis con carbono-14, además de su ADN y otros estudios antropológicos, en tanto, los anillos de oro, que actualmente se encuentran en proceso de conservación y limpieza, podrían exhibirse en el museo a finales de año.
Con numerosos yacimientos en Crișana, Transilvania, la parte oriental de Eslovaquia y el Oblast ucraniano de Zakarpattia, las informaciones sobre la cultura de Tiszapolgár son escasas, por lo que su modo de vida de la cultura neolítica de Tiszapolgár se conoce principalmente gracias a las tumbas dispersas a través del centro de Europa, compartió el arqueólogo.
Las muestras han sido enviadas a laboratorios en Rumanía y Países Bajos para obtener dataciones más precisas a través del análisis con carbono-14, además de su ADN y otros estudios antropológicos, en tanto, los anillos de oro, que actualmente se encuentran en proceso de conservación y limpieza, podrían exhibirse en el museo a finales de año.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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