EL TITANIO

El metal maravilloso: cómo el titanio permite a los diseñadores de joyas materializar plenamente sus visiones artísticas

Parece demasiado bueno para ser verdad. 

Un metal asequible que es tan fuerte como el acero, liviano, inmune a los químicos cotidianos, resistente al deslustre, hipoalergénico y que puede fabricarse en casi cualquier color imaginable. 

Para muchos artistas, es el ingrediente secreto que les permite realizar diseños que simplemente no se pueden fabricar con los metales tradicionales de plata, oro o platino.

El titanio fue identificado por primera vez en 1791 por Willian Gregor en Cornualles, Gran Bretaña, en forma de arena negra que también contenía óxidos de hierro. 

Varios años después, en 1795, Martin Heinrich Klaproth encontró otra fuente de titanio en Hungría, reconoció su resistencia y bautizó al duradero metal en honor a los poderosos Titanes de la mitología griega. 

Resultó que el titanio no era una rareza. 

Todo lo contrario, es el noveno elemento más común en la corteza terrestre.

Aunque existe una gran cantidad de titanio, su extracción es notoriamente difícil. 

Recién en 1910 los científicos descubrieron cómo purificar el elemento. 

Pasarían otras dos décadas hasta que un procedimiento desarrollado por William Justin Kroll permitió que el titanio se utilizara a gran escala. 

Ocho años después de presentar su método de purificación, Kroll actualizó el protocolo en 1938 a lo que hoy se conoce como el proceso Kroll. 

Hasta el día de hoy, el proceso Kroll, una técnica laboriosa y costosa, es la fórmula que se utiliza con más frecuencia para purificar el metal.

Las joyas de titanio se introdujeron por primera vez en la década de 1990, pero nadie sabe realmente quién fue el primero en inventarlas. 

Independientemente de quién lo hiciera primero, los beneficios de usar titanio se reconocieron rápidamente en la industria y el uso del metal se disparó. 

El titanio que se usa en joyería no es puro, sino que está aleado con una combinación de aluminio, vanadio, hierro, oxígeno y estaño. 

Las aleaciones resultantes son incluso más resistentes que el titanio puro.

Han desarrollado una técnica de deposición de vapor de recubrimiento eléctrico (EPVD) que les permite colorear el metal en 45 tonos distintos. 

Les encanta que la baja densidad del metal les permita crear piezas atrevidas que se pueden llevar puestas.

A muchos de los artistas de Couture que utilizan titanio les encanta que la versatilidad del metal les permita construir casi cualquier cosa. 

Gracias a esta flexibilidad, muchos se enorgullecen de trabajar con sus clientes para crear elaborados diseños personalizados.

Aunque los joyeros llevan décadas creando con titanio, los artistas creativos siguen encontrando nuevas formas de utilizar este metal revolucionario. 

La introducción del titanio en el mundo de la joyería fue, sin duda, un punto de inflexión. 

La ligereza inherente del metal permite a los artistas crear piezas de gran tamaño que serían demasiado pesadas para poder llevarlas si se utilizaran los metales preciosos tradicionales. 

A diferencia del oro, la plata y el platino, el titanio se puede fabricar fácilmente en casi cualquier color imaginable. 

Y lo que es mejor, no se decolora y puede ser usado por cualquier persona porque no provoca reacciones alérgicas.

Fernando Gatto

Kaia Joyas Uruguay