Con colores que van del rosa al verde y al azul, algunas formas de esta piedra versátil rivalizan con las tres grandes en demanda y valor.
La turmalina se ha convertido en una piedra preciosa popular en los últimos años gracias a su amplia gama de colores, su precio accesible en relación con los zafiros y su alta disponibilidad en comparación con otras gemas coloridas como la espinela y el granate.
Las turmalinas rosas, en particular, están de moda, y complementan las creaciones en rosa pastel y brillante de las casas de moda internacionales, hemos visto cómo la demanda de este tono ha aumentado desde el año pasado.
Estas piedras me permiten ofrecer piezas más grandes a precios algo mejores que los zafiros rosas, especialmente en pares combinados para pendientes llamativos, por ejemplo.
La turmalina es apreciada no solo por ofrecer a los diseñadores una paleta de colores completa, sino también por su durabilidad y zonificación de color, que brindan oportunidades para experimentar.
La mayoría de mis turmalinas me permiten crear piezas únicas, su dureza me permite tallarlas y, debido a que son de gran tamaño, puedo crear looks atrevidos.
A mí me ofrecieron lo mejor en calidad superior antes que a nadie, y hace poco comencé a utilizarla.
He hecho hermosas pulseras y he diseñado anillos y aretes. Debido a su durabilidad, la turmalina es una de las mejores piedras para casi cualquier joyería de estilo.
Lo mejor de Brasil
Brasil ha sido el principal origen de turmalinas de todo tipo.
A pesar del descubrimiento de nuevas fuentes en África para obtener piedras de gran calidad, la menor oferta de material brasileño de primera calidad no ha hecho más que aumentar su valor.
Tenemos colores únicos que son más fieles y no cambian con la fuente de luz.
Tenemos colores únicos que son más fieles y no cambian con la fuente de luz.
Tengo debilidad por las turmalinas Paraiba, sandía y cromo verdes, y he disfrutado combinando la turmalina indicolita, azul con los tonos mosaico de los ópalos.
El prestigio de Paraíba
El mayor desafío que enfrentan los actores de la industria después de la pandemia no es la demanda, sino encontrar una oferta constante.
A medida que los coleccionistas se capacitan, buscan piedras preciosas que se han revalorizado y que seguirán manteniendo su valor con el tiempo.
Muchos de estos coleccionistas consideran que las turmalinas de Paraíba de primera calidad son tan importantes como los rubíes, las esmeraldas, los zafiros y las espinelas.
Debido a su rareza, los ejemplares de máxima calidad duplicaron su precio durante este período, especialmente en tamaños más grandes.
Debido a su rareza, los ejemplares de máxima calidad duplicaron su precio durante este período, especialmente en tamaños más grandes.
Las piedras limpias de unos 10 quilates se venden a un precio de hasta 25.000 dólares el quilate, frente a los 12.000 dólares que costaban antes de la pandemia.
La turmalina roja o rubelita han alcanzado nuevas cotas de popularidad en los últimos diez años.
Aunque las rubelitas todavía no han alcanzado el estatus de lujo de la turmalina roja, las que tienen tonos rojos intensos alcanzan precios nunca vistos, los productos de alta calidad se venden a unos 1.000 dólares el quilate.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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