La pulsera es un aro, en su origen de metal, que se usa como elemento decorativo.
Se suele llevar en torno a las muñecas, aunque también existen pulseras de tobillos.
Su historia u origen es tan antiguo como el de los anillos, pues se han encontrado pulseras adornando las momias egipcias del Imperio Antiguo.
Con el tiempo, las pulseras han evolucionado y se fabrican en todo tipo de materiales, es una pieza de joyería que permite una creatividad muy amplia.
Se suele denominar brazalete a aquellas pulseras que son mucho más gruesas y elaboradas u ornamentadas.
Las esclavas son pulseras que tradicionalmente llevan una pieza sólida en la parte superior que puede personalizarse, fueron toda una moda para el nacimiento de los bebés, pues permitían grabar el nombre de los recién nacidos.
Aún hoy hay familias que conservan esta tradición.
Tanto pulseras como brazaletes y esclavas hoy ofrecen todo tipo de diseños para todos los gustos, se realizan en materiales nobles que las convierten en piezas de Alta Joyería, o aún se siguen haciendo de materiales que hoy, podemos llamar innovadores, pero que se utilizaban ya antaño por las tribus mas remotas, como el barro, las piedras, las hierbas, las telas, etc…
Tradiciones que continúan en el tiempo…
Hay muchas historias que dependen de cada región explicando el nombre de esta pieza de joyería.
Una leyenda Índia dice que cada mujer india al casarse con un indio recibía una pulsera hecha con ramas o plantas la cual pactaba fidelidad a él, los indios tenían muchos enfrentamientos con conquistadores que venían a usurparles las tierras, los cuales muchos perdían la vida en esas peleas, entonces la mujer india al morir el marido podía casarse con otro, el cual le ponía otra pulsera (esclava), las mujeres indias no podían tener mas de tres esclavas, si llegaban al tercer compromiso eran sacrificadas en nombre de los maridos que eran guerreros caídos en guerras por defender sus tierras.
La cultura occidental a modificado esta leyenda y ahora regalamos las esclavas básicamente en dos momento, para mostrar nuestra fidelidad y compromiso con una pareja regalando una esclava de plata u oro y la otra tradición la de regalar una esclava por cada año que pasas con tu pareja.
La pulsera esclava más tradicional, no está muy de moda ahora pero sigue teniendo su significado.
Es la cadena de oro o plata y al final un chapita donde se inscribe el nombre de la pareja.
Las esclava de cuero son una variedad muy de moda en la actualidad y se usan de forma cotidiana, tienen menos significado que las joyas pero realmente son muy atractivas en cuanto a diseño.
La pulsera esclava de tobillo es una joya muy sensual y a parte de tener el mismo significado que la de mano sirve sobre todo en verano como elemento decorativo para la mujer.
Pulseras esclavas más originales, en la actualidad muchos diseñadores de joyas han dado una vuelta de tuerca al diseño de la esclava y han incorporado formas irregulares, materiales menos puros, etc. El precio de estas esclavas cambia mucho según el diseño y el material.
Las pulseras genéricamente hablando (es decir, ya sean de metales preciosos, simple tela o cualquier material), tienen mucha efectividad si son usadas en la muñeca izquierda, por su contacto con las vías energéticas que conducen al influjo que va hacia los diferentes centros energéticos o chakras del cuerpo humano.
En relación con la persecución de la buena suerte, hay varias formas en las que la pulsera adopta el aspecto de un objeto de poder.
Son de buena suerte las cintas rojas, pero hay algunas variantes de las mismas.
Por ejemplo: una cinta de seda, de cualquier color en la que esté escrita alguna invocación a algún ser protector se convertirá en un amuleto contra toda energía negativa proveniente de otras personas malsanas; de esas llenas de malos sentimientos y que hoy abundan en nuestro tiempo.
El ser protector en cuestión depende de la orientación religiosas de quien use la cinta de seda.
En cuanto a las pulseras de material rígido, son de buena energía y por lo tanto muy útiles las realizadas en oro rojo.
Este metal simboliza la fidelidad y la alegría en pareja, por lo cual atraerá la suerte en cuanto a la elección de la pareja, aún cuando se trate de una compañía ocasional.
De este material se solían hacer unas décadas atrás, las llamadas pulseras esclavas, que el marido regalaba a su esposa a razón de una por año.
El bronce es de buena influencia para la suerte y con solo estar presente en forma de una pequeña incrustación de adorno en una pulsera ya es suficiente.
Este metal era antiguamente el símbolo de los guerreros, que lucían pulseras y pecheras de bronce no sólo para protegerse de los golpes de los enemigos sino para imbuirse de la energía de ese metal.
De hecho, un guerrero podía entrar en la batalla sin su escudo pero jamás iba a hacerlo sin su pulsera de bronce.
Un Poco de Historia
La antigüedad de la pulsera es similar a la del anillo, si no es superior, pues se han encontrado ejemplares en las momias del Antiguo Egipto y en sepulturas prehistóricas europeas de la Edad de bronce y se observa a menudo representado en los relieves de personajes del antiguo Imperio Asirio.
Las más antiguos se remontan al Neolítico, siendo éstos en forma de trozos de conchas perforadas.
Se sabe de la existencia de pulseras y brazaletes de todas las civilizaciones antiguas comenzando con la prehistórica de la Edad del Bronce, los cuales suelen tener forma espiral o circular sencilla.
Le siguen los egipcios, de forma cilíndrica y de dos piezas, adornados con incrustaciones de pedrería y emblemas propios del estilo.
Los fenicios, se confeccionan a manera de anillos abiertos y terminados en cabezas de animales.
Los griegos y romanos presentan formas circulares o espirales, imitando una serpiente y se adornan a menudo con piedras y medallas.
Del Imperio bizantino consta, por los mosaicos y miniaturas de su procedencia, que también se usaba el brazalete por las clases altas.
Sin embargo, no debió ser muy común y menos aún en Occidente (a excepción de las regiones del Norte de Europa) a juzgar por los escasísimos restos que de tales complementos nos ha dejado la Edad Media.
En el siglo XV restablecieron su uso los caballeros como divisa en los juegos de armas y en la Edad Moderna, las señoras como artículo de lujo.
Con el paso del tiempo han ido evolucionando y se han fabricado de distintas formas y con diferentes elementos.
Las civilizaciones antiguas usaban pulseras o brazaletes en sus muñecas porque creían que los metales tenían relación con los astros e influían en los ciclos vitales del hombre.
En el sub-continente hindú, los habitantes, en especial las mujeres usaban múltiples accesorios, para el pelo, el cuello y las orejas, y en especial los brazos los usaban totalmente cubiertos por pulseras y brazaletes.
Los griegos, más que una realización de accesorios y pulseras, se dedicaron más a la escultura, por eso los ornamentos que ellos llevaban en sus manos y cuerpo en general, eran miniaturas esculpidas que representaban figuras religiosas y mitológicas o escenas heroicas.
Actualmente, los ornamentos que nosotros utilizamos no son tan primitivos como los que se usaban en aquellas épocas.
Ahora con tanta tecnología se ha logrado labrar en oro, plata, diamantes, esmeraldas y rubíes, figuras que van desde la muy famosa cruz, hasta caritas felices, zapatos, llaves, corazones y un sinnúmero de objetos que observamos en la cotidianidad de nuestra vida.
En la antigüedad las pulseras se confeccionaban principalmente de oro y fueron usadas por muchos pueblos del orbe.
Sin embargo, en el Japón no se aprobó su uso jamás. Con el paso de los siglos la pulsera evolucionó y se la ha fabricado de muchas formas y materiales.
Los egipcios las hacían de forma cilíndrica, los fenicios en forma de anillos abiertos con cabezas de animales al final, los romanos y griegos usaron las figuras de serpientes adornadas con piedras preciosas.
Cuando la pulsera está unida se la llama esclava y si es cilíndrica se le llama brazalete.
En la actualidad se las fabrica en materiales variados y pueden ser rígidas o blandas y se elaboran en máquinas o de forma artesanal.
Las pulseras hechas a mano son muy artísticas y tienen diversos significados y usos dependiendo de los materiales y los diseños.
Aquí les presentamos algunas novedosas propuestas, unas algo más sofisticadas y otras más casuales.
En todo caso, se trata de un ornamento que jamás pasa de moda y que cada vez se torna más versátil.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
Wow muy bonitas las pulseras sobre todo, felicidades por el blog me encanta :D!
ResponderBorrarGracias a ti Mariana por leer mi blog.
BorrarQuedo a las ordenes si en algún momento deseas comprar alguna de mis joyas.
Saludos