Collar de seda y cobre. Inma y Lourdes Jansana
En tiempos de dificultad, los afectados por la crisis exploran caminos sorprendentes relacionados con actividades que poco tienen que ver con sus ocupaciones anteriores. Es lo que les ha ocurrido a algunas arquitectas que han enfocado su expresión artística a través del diseño de joyas sofisticadas.
Ciertos arquitectos poseen una especial predisposición para apreciar la belleza de las cosas. Es algo que tiene que ver con su formación específica. Normalmente, dedican esas capacidades estéticas al diseño del espacio pero son también especialmente sensibles hacia la producción artística, el diseño gráfico y de mobiliario. En el caso de la joyería, estarían accediendo directamente al mundo de la moda y del lujo.
Acero. Inma y Lourdes Jansana
La moda es un sector económico que tiene un gran seguimiento público. Se engarza con el deseo generalizado de adquirir notoriedad mediante la diferencia, de realizar un deseo de satisfacción personal que se concreta en elementos distintivos. Por eso, la joyería de calidad ha tenido históricamente mucho predicamento entre las élites, un grupo que está tratando continuamente de establecer rasgos diferenciales, basados por ejemplo en el coste elevado de su consumo específico y la adquisición de piezas de belleza difícilmente imitable.
Samra, realizada para Dubai. Rita Feriche, 2013
La adquisición de piezas de joyería tiene una alta componente emocional relacionada con la proyección de status social. Se relaciona con el establecimiento de la exclusividad y de la diferencia no imitable. La promoción de productos sofisticados requiere, por tanto, de unas estrategias específicas y singulares. Ahí tiene un papel destacado la adherencia a modelos y formas reconocibles pero difícilmente replicables por técnicas industrializadas. Es algo que, en nuestros días, tienen las técnicas artesanas que pueden producir un número muy limitado de elementos, una característica que los hace casi únicos. La fotografía de calidad es otro instrumento esencial para vender los objetos de lujo y por eso, joyeros, modistos y artistas se rodean de grandes fotógrafos.
Brazalete de la colección TEA. Caladas, Maribel Correa, 2011
En países como Francia e Italia, Las apuestas artesanales y casi personales han evolucionado con el tiempo hacia marcas mundiales reconocibles. Su transformación en conglomerados económicos ha significado el desarrollo de toda una industria que tuvo su fundamento inicial en pequeños talleres conducidos por artesanos capaces y creadores imaginativos. En España, están surgiendo hoy algunos ejemplos de este tipo de procesos. Es el caso de algunas mujeres arquitectas que han ido proyectando su pensamiento espacial hacia el mundo de las pequeñas piezas de orfebrería. Como ejemplo se puede señalar la experiencia de las hermanas Inma y Lourdes Jansana en Barcelona;la granadina Rita Fericheola canaria Maribel Correa; todas ellas con una dilatada trayectoria profesional ya consolidada en este campo.
La colección para Alter Ego’s de Inma y Lourdes Jansana nace de una búsqueda denodada de la innovación y la sensibilidad para hacer joyas inspiradas en el reciclaje de materiales y en la percepción del paisaje desde la visión de la arquitectura y el arte. Las ideas de las hermanas Jansana para la joyería introducen un uso heterodoxo y sorprendente de elementos recuperados o de bajo coste. Lo que tratan de aportar es una nueva visión estética alejada del uso de materiales lujosos para generar piezas de una delicada factura. Sus joyas se basan en la sobriedad geométrica y la producción de texturas densas en las que la repetición y la serialidad son fuentes de inspiración.
Rita Feriche es un caso diferente. Inició su trayectoria de orfebre haciendo un curso en el gremio de joyeros de París. Desde entonces, ha sacado ya seis colecciones de piezas de orfebrería inspiradas en motivos arquitectónicos. En estos años ha trabajado para el museo Guggenheim de Bilbao. Recientemente, ha iniciado también una colaboración con la marca italiana Versace.
Los trabajos de Feriche toman como base la geometría tridimensional y la conformación escultórica de pequeños volúmenes perforados a los que añade siempre una nota de color esmaltado. El juego de concavidades y extracciones curvas generan formas orgánicas para las que se usa materiales, piedras y metales nobles. La aplicación de texturas rugosas o pulidas genera un mayor atractivo formal a sus piezas, que se basa en los contrastes. Su estilo de carácter renovador enlaza y prolonga el clasicismo de la joyería más tradicional.
La primera colección de joyas artesanas de Maribel Correa se basó en una tradición de las islas Canarias, los paños y manteles calados. El calado de telas es una forma de bordado que se realiza deshilando una tela que está tensada dentro de un bastidor. Aprovechando el trazado ortogonal de la hilatura, la caladora genera dibujos de hilos que toman la cuadrícula como base expresiva. La serie Caladas de Maribel Correa utiliza esos diseños formales para generar joyas geométricas que emplean el hilo de plata como material básico. Así surgiría en 2010 una primera serie de gran belleza formal que incluye varios tipos de elementos, zarcillos, brazaletes, colgantes etc. Posteriormente, y ya consolidada como una marca personal, Caladas ha comenzado a experimentar con otras geometrías en nuevas colecciones de gran interés estético denominadas, Tea, Ondas, etc.
Cylindric. Rita Feriche, 2011
Todas estas arquitectas han estádo a la búsqueda de la famosa Vaca Púrpura a la que se ha referido el gurú del marketing Seth Godin. Se trata de crear productos extraordinarios, difícilmente reproductibles y que enamoren a unas personas muy concretas. Como ocurre con las joyas que han ido generando estas arquitectas españolas.
Serie Ondas. Caladas. Maribel Correa, 2013
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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