La primera impresión que me produjeron los diamantes sintéticos fue de rechazo, como si se tratase de un engaño, de algo falso ¿Cómo puedes preferir un diamante sintético que ha sido realizado en un laboratorio a una gema gestada durante millones de años a 150 kilómetros de profundidad y que ha ascendido a la superficie arrastrada por el magma?.
Pero he de admitir que según fui profundizando en el tema mis sensaciones fueron cambiando, o mejor dicho se fueron ampliando.
Al fin y al cabo los diamantes sintéticos poseen las mismas propiedades ópticas que los naturales, esto es, la misma belleza, y además nos dan la posibilidad de realizar
grandes joyas con un precio un 30% o 40% inferior, sin olvidar que son menos contaminantes, de procedencia controlada y limpios.
Al fin y al cabo los diamantes sintéticos poseen las mismas propiedades ópticas que los naturales, esto es, la misma belleza, y además nos dan la posibilidad de realizar
grandes joyas con un precio un 30% o 40% inferior, sin olvidar que son menos contaminantes, de procedencia controlada y limpios.
Otra característica que me empezó a gustar fue la posibilidad de trabajar con diamantes de color grandes, tan escasos y caros en la naturaleza, a un precio mucho más bajo. Porque ¿Qué es lo que buscamos? ¿Belleza, autenticidad, inversión?
Los diamantes sintéticos están cambiando el panorama de la joyería y de la gemología.
Es cierto que en el mercado conviven gemas sintéticas con las naturales desde hace décadas, pero la expectación y al mismo tiempo la incertidumbre que generan es uno de los fenómenos más destacados en el sector
en los últimos años.
en los últimos años.
Como joyero y diseñador encuentro cada vez más clientes que me preguntan por diamantes sintéticos, no solo con ganas de informarse para su compra sino también por el temor de haber adquirido algún diamante sintético vendido como natural.
Tengo la impresión de que los laboratorios de fabricación de diamantes continuarán aumentando su presencia en el mercado en un futuro próximo.
Muchas personas lucirán diamantes garantizados como libres de conflicto, ecológicos y no extraídos de minas, pero también puede pasar que alguien a quien
le regales un diamante sintético te pregunte, ¿y por qué no me has regalado uno de verdad?
le regales un diamante sintético te pregunte, ¿y por qué no me has regalado uno de verdad?
La belleza es una de las más importantes características de las gemas, así como uno de los elementos que los diseñadores buscamos en nuestras creaciones.
¿Desde un punto de vista estético los diamantes sintéticos poseen las mismas características que los naturales?
Sí, la belleza de las gemas radica sobre todo en su color y brillo.
En el caso del diamante, aunque existen
diamantes de colores intensos, llamados colores fantasía, la inmensa mayoría pertenece a la serie incolora.
Estos diamantes varían desde totalmente incoloros a ligeros matices amarillentos, siendo sus mayores atractivos el fuerte
brillo y la dispersión, la capacidad de descomponer la luz blanca que se refracta a través de la gema en colores espectrales.
El fuerte brillo del diamante es debido a su
índice de refracción muy elevado, mientras que su alta dispersión permite observar los destellos de colores al mover la gema.
índice de refracción muy elevado, mientras que su alta dispersión permite observar los destellos de colores al mover la gema.
Los diamantes sintéticos, a diferencia de las imitaciones, tienen la misma composición química y la estructura cristalina que los diamantes naturales, en esencia es el mismo material pero obtenido por el hombre.
Sus propiedades físicas, índice de refracción, dispersión, dureza son idénticas a los diamantes naturales, por lo cual, objetivamente, podemos concluir que no puede haber diferencia estética entre estos dos materiales.
Hay un temor recurrente en el sector; el miedo a que los diamantes sintéticos se vendan como naturales y que ya hayan entrado en el mercado o que en pocos años
inunden las joyerías como si fueran naturales. Cada vez es más habitual que los joyeros solicitemos certificados para diamantes superiores a medio quilate, en estos casos el precio del análisis se puede amortizar con el valor de la piedra.
inunden las joyerías como si fueran naturales. Cada vez es más habitual que los joyeros solicitemos certificados para diamantes superiores a medio quilate, en estos casos el precio del análisis se puede amortizar con el valor de la piedra.
¿Pero qué pasa con los diamantes pequeños? ¿Cómo distinguirlos?
¿Ha evolucionado el desarrollo de los equipos de análisis, o sigue dándose el caso que resulta más caro el análisis que lo analizado?
¿Ha evolucionado el desarrollo de los equipos de análisis, o sigue dándose el caso que resulta más caro el análisis que lo analizado?
Es una preocupación razonable, hay cada vez más noticias de ventas de diamantes sintéticos, declarados como tales o no.
Hay métodos sencillos para distinguir los diamantes sintéticos o al menos para tener sospechas razonables de su naturaleza. La observación de inclusiones, el magnetismo,
la birrefringencia anómala, la fluorescencia, la transparencia a la luz UV de onda corta, la
observación del espectro óptico.
la birrefringencia anómala, la fluorescencia, la transparencia a la luz UV de onda corta, la
observación del espectro óptico.
Todos estos métodos de gemología clásica pueden ayudar en la gran mayoría de los casos.
¿Actualmente los análisis para diferenciarlos requieren de equipos costosos, o se pueden analizar con los equipos más habituales en pequeños laboratorios gemológicos?
¿Actualmente los análisis para diferenciarlos requieren de equipos costosos, o se pueden analizar con los equipos más habituales en pequeños laboratorios gemológicos?
Afortunadamente, todos los diamantes sintéticos incoloros perteneces al tipo II, prácticamente no tienen nitrógeno en su composición.
Los diamantes de este tipo también existen en la naturaleza pero su proporción es muy pequeña, se estima alrededor de 2%.
Los diamantes de este tipo también existen en la naturaleza pero su proporción es muy pequeña, se estima alrededor de 2%.
Muchos métodos sencillos, como los mencionados anteriormente, permiten diferenciar los diamantes de tipo I de los de tipo II.
Si nuestro diamante incoloro es de tipo I, como van a ser 98% de los casos, nos podemos quedar tranquilos, es natural.
Si tenemos un diamante incoloro de tipo II, puede ser natural, pero puede ser sintético, obtenido por el método HPHT o CVD.
Si tenemos un diamante incoloro de tipo II, puede ser natural, pero puede ser sintético, obtenido por el método HPHT o CVD.
Además, si es natural, puede ser tratado por alta presión y alta temperatura (tratamiento HPHT) para mejorar su color, hacerlo más incoloro.
Para la correcta identificación de este tipo de diamantes hacen falta métodos analíticos más avanzados, como son las espectroscopías FTIR, Raman-PL, a temperatura ambiental y enfriando la muestra con nitrógeno líquido,
UV-Vis-NIR y el equipo DiamondView.
Para la correcta identificación de este tipo de diamantes hacen falta métodos analíticos más avanzados, como son las espectroscopías FTIR, Raman-PL, a temperatura ambiental y enfriando la muestra con nitrógeno líquido,
UV-Vis-NIR y el equipo DiamondView.
Estos equipos también nos ayudan a analizar diamantes de colores fantasía y pequeños diamantes montados en objetos de joyería, donde los métodos más sencillos no se pueden aplicar.
Además, sirven para una multitud de tipos de análisis en otras gemas.
Además, sirven para una multitud de tipos de análisis en otras gemas.
En muchas ocasiones los compradores de joyas son muy poco exigentes, realizan compras por varios cientos o miles de euros y ni siquiera se preocupan por solicitar un comprobante de la ley del metal o un certificado firmado por un gemólogo de la joya que está adquiriendo.
Afortunadamente las nuevas generaciones de compradores son mucho más exigentes, se informan por Internet, comparan y quieren saber lo que compran.
Comprar diamantes sin recibir los certificados correspondientes va a ser cada vez más difícil, y más ahora que los diamantes sintéticos han venido para quedarse.
Comprar cualquier gema de cierto valor sin un certificado gemológico es una práctica de mucho riesgo.
Al no ser obligatorio, depende del propio cliente exigirlo o del propio vendedor ofrecerlo para evitar cualquier tipo de sorpresas desagradables.
Además del posible cambio de mentalidad generacional, lo que estamos viendo es un auge del comercio online, mucho más distante e impersonal, donde acompañar una venta con un certificado de calidad emitido por un organismo independiente ayuda muchísimo a la venta.
Al no ser obligatorio, depende del propio cliente exigirlo o del propio vendedor ofrecerlo para evitar cualquier tipo de sorpresas desagradables.
Además del posible cambio de mentalidad generacional, lo que estamos viendo es un auge del comercio online, mucho más distante e impersonal, donde acompañar una venta con un certificado de calidad emitido por un organismo independiente ayuda muchísimo a la venta.
Los diamantes sintéticos aunque más económicos que los naturales siguen siendo caros, ¿las personas que adquieren este tipo de diamantes, al haber también diferentes
calidades, pueden solicitar a los laboratorios gemológicos análisis y certificados para conocer su calidad?
Sí, podemos graduar la calidad de diamantes sintéticos también, utilizando las escalas de color, pureza, calidad de talla como para los
naturales.
calidades, pueden solicitar a los laboratorios gemológicos análisis y certificados para conocer su calidad?
Sí, podemos graduar la calidad de diamantes sintéticos también, utilizando las escalas de color, pureza, calidad de talla como para los
naturales.
Es cierto que en la actualidad todavía son bastante caros comparado con las imitaciones, pera ya mucho más baratos que los naturales.
No obstante, la tecnología de la síntesis avanza muy rápido y las fuentes de carbono en nuestro planeta son inagotables, así que es fácil imaginar el precio del diamante sintético caer drásticamente en el futuro y situarse a nivel de las imitaciones del diamante, como son la circonita o la moissanita.
Otras gemas importantes, como el rubí, el zafiro y la esmeralda ya vivieron décadas antes la aparición de sus análogos sintéticos en el mercado.
Con el paso del tiempo, los gemólogos y los joyeros aprendieron a diferenciar con seguridad los naturales de los sintéticos y cada material ocupó su nicho en el mercado, sin perjuicio mutuo en los rangos de precios
muy diferentes.
muy diferentes.
Nos toca ahora vivir lo mismo para el diamante.
Seguramente, los diamantes sintéticos van a ser cada vez más frecuentes, pero también avanzarán y se abaratarán los aparatos para
su detección rápida y segura.
Parece que la denominación sintético no es del gusto de quien los comercializa, por eso desde los departamentos de marketing evitan
utilizarla, y utilizan otras nomenclaturas.
su detección rápida y segura.
Parece que la denominación sintético no es del gusto de quien los comercializa, por eso desde los departamentos de marketing evitan
utilizarla, y utilizan otras nomenclaturas.
Mientras preparaba el artículo me he encontrado todas estas nomenclaturas refiriéndose a diamantes sintético: lab-grown
diamonds, laboratory-created diamond", también he visto que se utiliza cultured diamonds o cultivated diamond o man-made
diamonds".
diamonds, laboratory-created diamond", también he visto que se utiliza cultured diamonds o cultivated diamond o man-made
diamonds".
¿Todos estos términos hacen referencia a lo mismo?
¿Es correcto utilizarlos?
¿Es correcto utilizarlos?
En el año 2015 se aprobó la norma internacional ISO 18323 sobre la nomenclatura de diamantes.
Se establece que "diamante" sin más solo puede aplicarse a diamantes naturales.
Para los sintéticos, se aprueban como válidos también los términos de laboratory-grown diamond o laboratory-created diamond exclusivamente, que además deben usarse sin abreviaciones.
La traducción de estos términos al español sería "diamante crecido en laboratorio" o "diamante creado en laboratorio".
La traducción de estos términos al español sería "diamante crecido en laboratorio" o "diamante creado en laboratorio".
Queda explícitamente prohibido el uso de
adjetivos como "cultivado", "real", "genuino", "precioso" y "gema" para describir diamantes
sintéticos.
adjetivos como "cultivado", "real", "genuino", "precioso" y "gema" para describir diamantes
sintéticos.
El término "cultivado" en concreto solo puede aplicarse a las perlas cultivadas.
Los informes de diamantes sintéticos apuntan a un incremento constante de sus ventas, pudiendo llegar según algunos informes al 15% del total para el año 2020, quizás es pronto para adelantarlo, pero no parece que su comercialización vaya a estabilizarse como sucedió con los zafiros, rubíes o esmeraldas sintéticas.
Los informes de diamantes sintéticos apuntan a un incremento constante de sus ventas, pudiendo llegar según algunos informes al 15% del total para el año 2020, quizás es pronto para adelantarlo, pero no parece que su comercialización vaya a estabilizarse como sucedió con los zafiros, rubíes o esmeraldas sintéticas.
El diamante es una gema muy especial en muchos aspectos, tanto por sus propiedades físicas como por su formación, tipos de yacimientos, explotación y esquemas de comercialización a nivel mundial.
No podemos trasladar directamente nuestra experiencia con algunas piedras de color al sector del diamante.
No podemos trasladar directamente nuestra experiencia con algunas piedras de color al sector del diamante.
No obstante, creo que en este sentido tiene que pasar algo parecido: se fabricarán los
sintéticos necesarios para cubrir la demanda de este material, pero el diamante natural siempre se cotizará al alza debido al factor de la rareza, una propiedad fundamental para cualquier gema que no poseen los sintéticos. Por muy parecidos que sean, nunca podrán tener la magia de los naturales.
sintéticos necesarios para cubrir la demanda de este material, pero el diamante natural siempre se cotizará al alza debido al factor de la rareza, una propiedad fundamental para cualquier gema que no poseen los sintéticos. Por muy parecidos que sean, nunca podrán tener la magia de los naturales.
Los consumidores pueden dividirse en cuatro grupos principales:
-El primero es el cliente con una cartera reducida pero que, con todo, aún busca adquirir un diamante atractivo y de calidad. También entrarían en esta categoría aquellos
que, por el mismo dinero, quieren un diamante entre un 30% y 40% más grande que los tradicionalmente extraídos en la mina.
-El primero es el cliente con una cartera reducida pero que, con todo, aún busca adquirir un diamante atractivo y de calidad. También entrarían en esta categoría aquellos
que, por el mismo dinero, quieren un diamante entre un 30% y 40% más grande que los tradicionalmente extraídos en la mina.
-El Segundo grupo lo forman aquellos consumidores que no tienen intención de comprar diamantes debido a las implicaciones sociales, morales y medioambientales negativas, que la minería tradicional conlleva en algunas ocasiones.
Los diamantes sintéticos se convierten así en los preferidos para este tipo de público.
Los diamantes sintéticos se convierten así en los preferidos para este tipo de público.
-El tercer grupo lo forman las generaciones más jóvenes que están muy enganchadas a los productos con un elevado componente tecnológico, como es el caso de los diamantes producidos en un laboratorio.
-El último grupo está formado por los clientes que buscan un diamante de color.
En este caso, la diferencia de precio entre un diamante sintético y uno natural es enorme,
por lo que los diamantes de laboratorio se convierten en una opción mucho más accesible.
por lo que los diamantes de laboratorio se convierten en una opción mucho más accesible.
Fernando Gatto
Kaia Joyas Uruguay
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