EL ÓPALO MISTERIOSO

A lo largo de los siglos, las piedras preciosas han adquirido mitologías y leyendas distintivas. 
Estos varían región por región y cultura por cultura, pero muchos son todavía bien conocidos hasta hoy. 
Por ejemplo, se creía que las amatistas mantenían la sobriedad, mientras que los rubíes podían inspirar valor y pasión, y se decía que las esmeraldas calmaban el alma.


Una piedra, sin embargo, quizás haya ganado una reputación injusta en comparación con otras variedades de gemas. 
A lo largo de la historia, el ópalo ha tenido muchos tipos de reconocimientos, y no todos fueron negativos. 
En la antigüedad, se pensaba que el ópalo fomentaba la fidelidad. 
Los antiguos griegos también creían que el ópalo otorgaba poderes de previsión y profecía a su dueño.


Debido a su color caleidoscópico, Julio César pensó que los ópalos eran una combinación de todas las gemas más hermosas en una piedra preciosa. 
Los ópalos fueron, por lo tanto, una de las gemas más valiosas para los antiguos romanos, después de las esmeraldas. 
Y en la Edad Media, las rubias llevaban ópalos bajo la impresión de que evitarían que su cabello dorado se desvaneciera.


Sin embargo, con el tiempo, estas creencias sobre el ópalo se desvanecieron y fueron reemplazadas gradualmente por un miedo profundo a la piedra. 
Al día de hoy, muchas personas creen que los ópalos son de mala suerte.

Se cree que el mito comenzó con un solo hombre, Sir Walter Scott, y su exitosa novela, Anne of Geuerstein,escrita en 1829. 

La historia sigue la vida de Lady Hermione, quien está falsamente acusada de ser un demonio y muere poco después de que una gota de agua bendita caiga accidentalmente sobre su ópalo y destruya su color, fuego y brillo. 

Además, cuando Lady Hermione llevaba un ópalo encantado en su cabello, emitía destellos rojos de fuego cuando estaba enojada, y brillaba bellamente cuando estaba feliz. 

Debido a esta historia, los ópalos ganaron una amplia reputación por la mala suerte.

Además, en los días previos a que los joyeros entendieran cómo manejar y trabajar los ópalos correctamente, las piedras a menudo se secaban y se rompían mientras se cortaban, pulían o montaban. 
Naturalmente, esto fue considerado mala suerte. 



Entonces, los joyeros de banco a menudo dejaban de comprar la hermosa piedra preciosa por completo. 
Gracias a Sir Walter Scott y la superstición de los joyeros, el mercado europeo del ópalo fue destruido durante casi 50 años sin ningún mérito real. 



La emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III de Francia, se negó a usar las piedras, al igual que muchos otros, sin importar si habían leído la historia de Sir Scott.


Afortunadamente, casi medio siglo después, en 1877, se encontraron unos increíbles ópalos negros en el sur de Gales en Australia. Absolutamente hermosos e increíblemente ardientes, estos ópalos negros tomaron el mundo por asalto, y el mercado de ópalos finalmente se reactivó. 



El descubrimiento de estos ópalos solidificó a Australia como la principal fuente de ópalo blanco y negro.

Fernando Gatto

Kaia Joyas Uruguay